Guarda mi memoria.
Que no me cuelguen palabras amargas
sino que digan que fui una mujer
de experiencias agridulces.
Que no vociferen simplemente que cogí,
mejor, que me lanzé en caída libre
mil veces y por decisión propia.
Que no empañen mi recuerdo
diciendo que mis vuelos fueron
erráticos, fútiles y violentos.
¡Qué encomien el experimento
y la valiente supervivencia
de mis alas cristalinas!
3 comentarios:
totalemtente concedido. quién sería tan burto-a para reducirlo todo a juicios en vez de convertirlo en adoraciones? te mando un abrazo fuerte, admirando las alas transparentes. un beso.
así sea
saludos
Bien por ésa.
saludos
Publicar un comentario