martes, mayo 16, 2006

Última voluntad

Guarda mi memoria.
Que no me cuelguen palabras amargas
sino que digan que fui una mujer
de experiencias agridulces.
Que no vociferen simplemente que cogí,
mejor, que me lanzé en caída libre
mil veces y por decisión propia.
Que no empañen mi recuerdo
diciendo que mis vuelos fueron
erráticos, fútiles y violentos.
¡Qué encomien el experimento
y la valiente supervivencia
de mis alas cristalinas!

3 comentarios:

la nada de nada dijo...

totalemtente concedido. quién sería tan burto-a para reducirlo todo a juicios en vez de convertirlo en adoraciones? te mando un abrazo fuerte, admirando las alas transparentes. un beso.

AOV dijo...

así sea

saludos

Luis David dijo...

Bien por ésa.

saludos