viernes, septiembre 29, 2006

Filosofía de vida

Por Julieta Venegas

Si pudiera yo tenerte aquí hablándome de nada
y cuánto más y cuánto más seguro es lo que me falta.
Si pudiera recuperar lo que no me tocó porque ya no hay
porque llegué muy tarde, seguro es por ahí.
Tiempo suficiente me falla cada vez
vida suficiente me falla otra vez.

...seguro así sería feliz.

lunes, septiembre 25, 2006

Experiencia personal

Recuerdo que cuando era adolescente, tal vez un poquito más grande. Leí en alguna revista frívola que uno debe arriesgarse a dar el primer paso. Jaja.
Hace poco, husmeando en otra revista frívola leí que como mujer no debes dar el primer paso porque asustas al muchacho en cuestión. ¿Por fin? Demasiado tarde se contradijeron en sus consejos.
Abrir el corazón es difícil y lo es más cuando la persona a quien quieres dejar entrar, en vez de hacerlo sale corriendo.
Me ocurrió en la prepa.
Me ocurrió con dos hombres cuyos nombres eran compuestos y empezaban así: Juan...
Para acabarla, hace poco le mande un poema a un amigo. Se sacó de onda porque quedó sin palabras y no supe de él en casi tres semanas. Y juro que el poema no tenía ninguna intensión romántica. Más bien era un recuento de nuestras correrías (para la próxima, se lo explico).
En fin. A veces, cuando el resentimiendo se esconde, pienso que no estuvo tan mal que me hubieran rechazado aquellos a los que confesé mi cariño. Más bien, pudo haber sido una señal. Sí, claro! No eran la persona indicada para estar a mi lado. Por supuesto! No nos ibamos a entender. Es obvío! Me iban (y les iba) a causar grandes daños. Si es cierto, tuvieron tanta razón. Alguien que ve abierto un órgano vital sumamente rojo y en vez de adentrarse en él lo confunde con una caja de cartón y lo arrincona, no puede merecer estar conmigo.

sábado, septiembre 16, 2006

No te preocupes

No voy a llevarte a ver una cascada
ni a comer conmigo a Puebla,
no beberemos manzanitas en Chignahuapan
No voy a invitarte de nuevo a bailar
ni a tomar una cerveza.
No robaré más besos tuyos.
No volveré a mandarte rosas
ni a escribirte mensajes.
No te llamaré otra vez por teléfono.
No voy a dedicarte más poemas
ni a dejar mi boca pintada en una servilleta
dentro de la bolsa de tu saco.
No volveré a llorarte
rogando que me concedas estar a tu lado.
Ya fue suficiente
de cascadas que suspiran,
cervezas que se calientan
y rosas sin agua.
Ya fue bastante
de mensajes y llamadas no contestadas.
Trataré de borrar cada línea que escriba
pensando en tu boca.
Ya fue demasiado llorar
por alguien que me huye.
Ya entendí.
No tengas miedo.

martes, septiembre 05, 2006

Lo que me queda

Me aferro ahora a un correo electrónico reenviado.
Invoco días con canciones de Elefante.
Guardo intacto mi perfume que te gustó.
Lo que me queda de ti es sólo eso
un forward que no habla de nosotros,
canciones que ni siquiera sabes que me traen
a la mente los momentos que pasamos
y un perfume que se está arranciando.